Universidad de Costa Rica

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Lenguaje sexista y sexismo en el lenguaje en la academia

Partimos de que el lenguaje sexista es aquel que expresa el sexismo que existe en un contexto utilizando los códigos lingüísticos y extralingüísticos que lo constituyen; en nuestro caso, este lenguaje expresa el sexismo que existe en la Universidad. Su identificación tiene que ver con el fondo del mensaje que me emite, es decir, con el nivel discursivo.

El sexismo, como ese conjunto de prácticas que se encargan de discriminar, olvidar, minimizar, cosificar, subvalorar y discriminar a las mujeres y lo considerado “femenino”, tiene un correlato en el lenguaje. Dicho de otro modo, el sexismo sólo nos es accesible y evidente a través del lenguaje.

Cuando estudiantes de Bellas Artes, a finales del 2017, hicieron denuncia social de situaciones vividas con sus profesores mostraron el sexismo que existe en la academia, pero también el lenguaje por medio del cual se expresa. La denuncia la hicieron a través de carteles que colgaron de alambres en la Facultad y que denunciaban acoso. Uno de los carteles decía: “Un profesor me dijo que estaba delgada, pero que aun así estaba rica”. En otro se podía leer: “Un profe de dibujo me escribía en la madrugada para decirme ‘qué linda que estás en tu foto del WhatsApp’” (Martínez Rocha, 2018). Es evidente que en estas expresiones hay un contenido sexista que se expresa en un lenguaje sexista, que no tiene nada que ver con la gramática o con la estructura propia del lenguaje, pero que nos ejemplifica una serie de elementos extralingüísticos que hacen que estas expresiones sean sexistas en el marco de la dinámica académica.

La academia no está abstraída de la cultura patriarcal y del sexismo. Ninguna institución social lo está. La UCR no solo es sexista (todas sus dinámicas se dan en marcos de relacionamientos sexistas), sino que genera sus propios mecanismos de perpetuación de roles y estereotipos sexistas. Las consecuencias sobre la población de personas sexualmente diversas, así como sobre la convivencia social al interior de los espacios que facilita, también son específicas: se trata de consecuencias de carácter epistémico al contribuir a generar un conocimiento cuestionado desde los Estudios de Género, pero también político y ético, como bien se ha señalado en foros del CIEM durante el 2017.

Por otro lado, el sexismo en el lenguaje está referido a una serie de anomalías respecto al género implícitas en el lenguaje y que contribuyen a afianzar la desigualdad al ejercer una influencia directa en el pensamiento individual y en el imaginario social. También ellas reflejan el sexismo, pero a un nivel de la estructura del lenguaje. Estas estrategias lingüísticas (generalizaciones, vacíos lingüísticos respecto al género, pares incorrectos, etc.) requerirán ser enunciadas a la par de propuestas de nuevas e inclusivas formas de lenguaje.

De esta forma, estamos entendiendo el concepto de lenguaje sexista en la academia como aquellas estrategias, orales y escritas, que se utilizan para comunicar mensajes discriminatorios hacia las mujeres y todo lo considerado femenino u opuesto al modelo patriarcal dominante en la cultura académica.

En este sentido, cuando hacemos o recibimos una invitación dirigida al Señor Marcos Pérez y su esposa, así como cuando escuchamos frases supuestamente neutrales respecto al género como la historia del hombre, observamos de inmediato quién está visible y a quién se oculta en esos enunciados.

“Las leyes del sistema patriarcal y las trampas que nos tiende su lenguaje nos obligan continuamente a situarnos en posiciones duales y contrapuestas, dividiéndonos mediante clasificaciones y etiquetas de fundamentación confusa” (Violi, 1991, pág. 8)

Existe la discusión de si es sexista la lengua o lo es su uso; consideramos necesario situar esta polémica en la esfera política, pues se trata de tensiones entre actores que buscan preservar el poder institucional con respecto al castellano, tal como la RAE y otras instancias y personas que quieren generar cambios en la cultura y el lenguaje. Al respecto, asumimos la posición de que “el lenguaje lleva inscrita en su interior la diferencia sexual” (Violi P. , 1991, pág. 77), pues existen distintos instrumentos y explicaciones que institucionalizan la lengua y naturalizan explicaciones sexistas con respecto al lenguaje (Calvo, 2017); por lo tanto, la lengua también presenta elementos sexistas.

No obstante, “hallar la presencia de la diferencia sexual en la estructura simbólica de la lengua no es suficiente si tampoco se hacen explícitas las formas y las modalidades según las que ésta se manifiesta” (Violi P. , 1991, pág. 15). De esta forma, entendemos que también hacemos un uso sexista del lenguaje al no utilizar los recursos que la misma lengua ofrece para mostrar una sociedad en la que todas las personas buscan y deben ser visibilizadas y respetadas.

Nuestro trabajo tiene un objetivo pragmático: sus aportes estarán más orientados a sugerir estrategias de uso del lenguaje según los tipos de texto en el contexto universitario.