Universidad de Costa Rica

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Reduplicación

Miércoles 8 de enero de 2020, por Silvia Rivera Alfaro

En el uso de masculino y femenino en una frase la forma más conocida es la reduplicación.

Reduplicación: uso de formas dobles para destacar a ambos géneros

La reduplicación consiste en especificar tanto la forma masculina como la femenina, como en "la autora y el autor". En un documento escrito no es aconsejable que aparezca esta estrategia con mucha frecuencia.

Además, es bueno tener en cuenta que se trata de una de las formas más criticadas por los sectores políticos que se oponen al lenguaje inclusivo de género. Por esta razón, se propone atender a otras recomendaciones antes que a la reduplicación; no obstante, consideramos que también tiene un valor político importante evidenciar distintos géneros y es claro que hay tipos de comunicaciones (como los discursos) donde se acostumbra utilizarlo en partes como el saludo a las personas del público.

Alternancia del femenino y masculino

Nos unimos a la recomendación que llevan a cabo distintas guías de lenguaje inclusivo universitarias de que se alterne el orden de aparición de masculino y femenino. Es decir, se propone decir "los profesores y las profesoras" y posteriormente "las profesoras y los profesores" con tal de no naturalizar un orden en el que un grupo siempre se mencione en primer término.

Además, de la alternancia consideramos importante la idea de tomar decisiones estratégicas cuando hablamos de ámbitos que se han visto como tradicionalmente asociados a hombres o mujeres. Por ejemplo, en un ámbito masculinizado como la ingeniería, se propone que la reduplicación incluya primero a las mujeres, tal como en "las ingenieras y los ingenieros"; por su parte, en un ámbito feminizado como la enfermería se podría preferir "los enfermeros y las enfermeras".

Coordinación del adjetivo en las formas dobles con el último elemento de la forma
Consiste en que el adjetivo concuerde con la última forma que aparece en la reduplicación. Por ejemplo, si la reduplicación es "las compañeras y los compañeros seleccionados" frente a "los compañeros y las compañeras seleccionadas".

Esta es una recomendación propuesta por Escrig Gil y Sales Boix (2010) para la Universidad Jaume I. Consideramos que es una opción que puede ser tomada en cuenta para que las formas masculinas no sean tomadas como las principales.

Uso de forma concreta para la persona a la que se hace referencia

Cuando hacemos referencia a una única persona se debe utilizar la forma concreta según el género con el cual se identifique. Si se trata de una mujer, se recomienda decir "la doctora" y no "la doctor". En esta recomendación, enfatizamos que si hacemos referencia a una compañera o compañero trans -o de la comunidad LGTBI- debe respetarse el género con el cual la persona se identifica.

Simetría en las formas de tratamiento

Las formas de tratamiento pueden hacer la diferencia entre una interacción equitativa o desigual. Por ejemplo, si vamos a tratar a una persona por su grado académico, debemos tratar a todas de la misma manera.

En la Universidad, existen situaciones en las que a los profesores se les llama por su apellido y su título (ej. doctor Padilla) mientras a las mujeres se les llama solo por su nombre, incluso en muchos casos con diminutivo (ej. Anita).

Para ampliar sobre este tema se recomienda leer las problemáticas de la construcción del texto que afectan el nivel discursivo.

Aposición como forma de reducir las reduplicaciones

Una manera de reducir el uso de reduplicaciones es utilizar formulas como "de ambos sexos" o "tanto hombres como mujeres" tras una palabra que pueda crear confusión. Esta forma, no obstante, puede resultar problemática, porque podría invisibilizar de otras identidades de género.